Cuando un coro gaditano te canta un tango
la letra se mezcla siempre con la pasión,
no creas que es falso todo lo que yo siento
ni pienses que estoy mintiendo
que sale del corazón.
Se dice que no hay palabras para explicarlo
que no se puede expresarlo que hay que vivir,
yo digo que no hace falta buscar palabras
que Cádiz tú eres muralla,
Tacita, playa y jardín,
Calles estrechitas y sol poniente,
que lleva sangre gitana,
con la esencia es gaditana,
la más antigua del Occidente,
piedras, oleajes y rompeolas
rumor de mariscaores,
de cañas y de pescaores,
de erizos, lisas y de caracolas.
Plazuelas, calles y casas llenas de historia,
balcones, ventanas, patios y corredores,
costumbres y tradiciones
que viven en la memoria
y que llevan el aroma de esta ciudad.
Estas son mis palabras,
estos son tos mis requiebros,
estas son mis palabras
mientras vives en silencio,
estas son mis palabras,
que no logran explicar
que detrás de mi canto hay un corazón latiendo,
que existe una ciudad
llamada Libertad
tan sencilla y jovial
que dentro mi alma sobran palabras
por decir ¡Cádiz, por ti me muero!
José Marchena Domínguez y Fernando Migueles Santander
‘Que no pare la música’ – 1990