Después de cuarenta años
maquillando a las comparsas
a mi vecino Gregorio
lo llamaron de un trabajo
pa maquillar a los muertos
adentro del tanatorio.
El primer día de trabajo
como estaba estaba acostumbrado
a otro tipo de labor
le tocó un muerto mu blanco,
le pintó una lagrimita
y lo vistió de Pierrot.
Como el Carnaval le puede
cuando llegó otro muerto
se quedó mu pensativo
como iban a incinerarlo
po le puso el maquillaje
que llevaba ‘A fuego vivo’.
A otro lo pintó con grasa
y la familia dijo al verlo:
“Pero qué es esto, por Dios”
y Gregorio dijo: “Quieto,
lo he dejao como el Subiela
cuando salió en ‘El vapor'”.
Se murió Julián Muñoz
y llegando al tanatorio
querían un maquillador
y llamaron a Gregorio
que dijo en cuanto lo vio:
“Si la familia me deja
a este lo maquillo yo
de la comparsa ‘Entre rejas'”.
Pero el jefe se cansó
y ha despedido a Gregorio
y ya no trabaja allí,
ya no está en mortuorio
porque una noche al trabajo
le llegó su propia suegra
y le puso en la corona:
“Aquí está la oveja negra”.
Con Gregorio ya en el paro
ya no tengo muchas cosas que contar
pero déjame decirte
que aunque en Cádiz hay mucho paro
que aunque en Cádiz hay mucho paro
te aseguro yo que aquí
hay arte hasta pa morirse.
José Guerrero Roldán
‘Los James Bond que da gloria verlos’ – 2025