Hay que fijarse
cómo está el mundo
que hasta los tontos
sabemos más que se creen algunos.
Que aunque nos vean
con estas bolas
muchos se tienen que examinar
para darnos coba.
Solo jugamos por distraernos
y con el cuento de la pelota vamos tirando
aunque haya muchos
que no lo crean pero es muy cierto
que le sacamos más beneficio
que trabajando.
Nos levantamos
por la mañana, mu tempranito
buscando el pan con manteca
y el vaso de cafelito
y así le vamos
dando la coba poquito a poco
a to los listos que hay por ahí.
Y con las mujeres nos pasa lo mismo
que todas se ríen al vernos pasar
pero con el juego le damos la coba
y ya las tengo ligás.
Hace poco tiempo que una cuarentona
quiso aprender a jugar
ella cogió las dos bolas
pero resulta que ahora
me vi a tener que casar.
Juan Poce
‘Los tontos de las bolas’ – 1972