Como si fuera un milagro
que dejo mi religión
vuelvo a verte otro febrero
para dejarte mis “te quiero”
ay mi amor, ay mi amor, ay mi amor.
Como si fuera un milagro
otra vez mi alma te abro
pa soltarte el piropillo
que llevo en mi corazón.
Pero en una noche
por culpa de un coche
por poco me quedo
sin verte la cara.
La madrugada
mi sangre tragaba
mientras que la muerte
sus garras afilaba.
Mientras lloraba
mi mente rondaba
ay dios que a mis niños
ya no los veo más.
Y el amanecer
me dijo: “Manuel
tú levántate que te estoy esperando,
coge la guitarra
que tus dos niños te están buscando
para que le cantes otra coplilla de carnaval”.
Y el amanecer
dentro de aquel coche
mientras que se escapaba mi vía
pensaba en el día…
Ninoninoninoni
de venir a cantarte
sentrañas mías, sentrañas mías, sentrañitas mías.
Manuel Benítez Molina y Francisco Javier Macías Tinoco
‘Los sirenitas’ – 2018