A la Pestiñada, que da 200 euros a cada grupo, y a la Ostionada le faltan conjuntos para el próximo fin de semana
Lleva coleando unos años, pero es en este 2014 cuando se ha acentuado la ‘crisis de agrupaciones’ en las fiestas gastronómicas previas al Concurso de Agrupaciones. Como muestra, un botón. La peña Los Dedócratas hace un llamamiento pidiendo un grupo para completar el cartel de su Pestiñada del próximo sábado, recordando que paga, como es habitual desde hace años, una gratificación por participar. En este caso 200 euros. Ya tiene cuatro grupos y quiere otro más para que la fiesta en la plaza de San Antonio sea redonda. En la Ostionada ocurre algo parecido. Con cuatro coros confirmados para el domingo, la peña El Molino espera que entre hoy y mañana las gestiones del concejal de Fiestas, Vicente Sánchez, haciendo de mediador con la Asociación de Coristas Gaditanos (Ascoga), fructifiquen. Y en la Erizada de La Viña, de los seis grupos que conforman el cartel, sólo la mitad estará en el Falla. El resto se reparte entre la Antología de Manolín Gálvez y dos comparsas de Córdoba que ni siquiera están inscritas en el Concurso Oficial. Y todo esto teniendo en cuenta que las tres celebraciones gastronómicas se incluyen en el calendario de ensayos generales, donde las agrupaciones ofrecen (o solían ofrecer) un adelanto de sus repertorios.
Poco a poco, estas fiestas fueron perdiendo calidad en sus carteles. En sus principios, grupos punteros abarrotaban la calle Cristo de la Misericordia y en la Ostionada cantaban los mejores coros, los favoritos. De un tiempo a esta parte, las agrupaciones con más nombre han decidido no exponer sus repertorios en público y sólo se ‘prueban’, salvo excepciones, en sus locales de ensayos en audiciones reducidas para familiares y amigos. Este no es un problema único de las fiestas gastronómicas. Los ensayos generales en las peñas, también salvo muy contadas excepciones, pasaron a la historia.
José Manuel Baena, de la peña El Molino, reconoce que cada vez “hay más problemas” para convencer a los coros para la Ostionada. “Antes se volcaban, pero ahora no quieren ir. No sabemos qué ocurre y no queremos pensar en un boicot. Llevamos 28 años haciéndolo con coros y no queremos perder la tradición”, comenta el dirigente de El Molino. En cuanto al rechazo de los grupos a cantar en público sus nuevas coplas, Baena señala que “no nos importaría que cantasen cosas de otros años o de antologías, ese no es el problema”.
El concejal de Fiestas, Vicente Sánchez, reconoce que “por diversas razones” existe un “desencuentro” entre agrupaciones de nivel y las entidades que celebran estas fiestas. Entiende el edil que los grupos prefieren “reservarse para el Concurso y crear más expectación entre los aficionados”.
A este descenso del interés por parte de las agrupaciones se ha unido la crisis de las peñas. En dos de los casos, El Molino y El Erizo, se trata de dos entidades sin sede social. La primera continúa celebrando su fiesta aún sin local, pero la segunda, que lo perdió hace relativamente poco, ha desistido de organizar la Erizá de este año, haciéndose cargo de la celebración las Federación de Peñas Caleteras y la Federación Provincial de Peñas, en colaboración con la Delegación de Fiestas.
Sin embargo, las subvenciones municipales, después de un recorte importante hace dos años, están aseguradas para estas fiestas gastronómicas. Resulta curioso que en estos tiempos de recesión económica, el dinero no sea el principal problema para asegurar la celebración de la Pestiñada, Ostionada y Erizada, y sí lo sea el escaso tirón que tienen para las agrupaciones.