La incorporación de tan laureado director trae cambios al grupo.
Ya lo dijo en su comparsa de 1990. Que si las coplas no quedan, al cajón y a la bodega y otra vez a navegar. En estas se encuentra Antonio Martín, fiel a la cita para suceder con ‘La comparsa del genio’ a ‘Se acabó el cuento’. Un año más y supera los 40 sin encontrar el antídoto al veneno. La sarna con gusto que le hace renovarse en lugar de morir. En esta ocasión, uniendo su trayectoria a la de otro referente de la comparsa de los últimos 20 años: Ángel Subiela. Con él se asegura el morbo, la expectación, a la vez que incrementa, por si no tuviera bastante, presión a su comparsa. El alto precio que debe pagar quien posee tan impresionante currículum. Sobre el director, otrora rival, dice Martín que el grupo “lo ha acogido muy bien, pues por algo el mismo grupo me sugirió su fichaje. Estoy gratamente sorprendido, también con Carli Brihuega, bellísima persona, prudente como su padre”. Ángel Subiela es, según Martín, “muy disciplinado y está muy implicado. Su labor no acaba en el local de ensayo, se presta al diálogo y opina, participa, es exigente, lo mismo que la plana mayor de la comparsa, con Pacoli o el Pájaro a la cabeza. Y esto me viene bien, porque uno no tiene la verdad absoluta”.
La incorporación de tan laureado director ha traído cambios al grupo. Que sonará distinto, según se intuye por las palabras del autor. “Las voces están bien armonizadas, compactas, con buen gusto, sin estridencias. Suena muy Martín. Nuestros seguidores esperan esta forma de cantar más que las anteriores. Sigue habiendo fuerza, pero hay más gusto. El estilo no se rompe, aunque el repertorio suena según sea el grupo de una u otra forma”, explica el creador de ‘Capricho andaluz’. Y sabedor de que el título elegido, ‘La comparsa del genio’, comporta polémica, Martín aclara que aunque parezca “pretencioso”, cuando se abran las cortinas el día del debut en el Concurso “se entenderá el porqué del nombre, que no es nada personal ni autobiográfico. No pretendo ser el genio de la comparsa porque ya existe uno, su creador, Paco Alba”.
Se avecina tormenta de críticas. Nada nuevo para un autor que divisa en el horizonte sus bodas de oro carnavalescas, aunque sí es cierto que una crisis como ésta no la han vivido ni los coetáneos de Martín. “Por lo que intuyo habrá muchas coplas-denuncia. La historia se repite, siempre hubo golfos y sinvergüenzas”, indica para precisar a renglón seguido que “bueno, en mi caso ya llevo muchos años haciendo crítica. De hecho, ‘Se acabó el cuento’, fue vista como una comparsa con mucha acritud. Para mí no será novedoso ser incisivo”. Para no repetirse, Martín intenta en sus pasodobles “un enfoque distinto” evitando no coincidir en los temas con sus contrincantes. Precisamente con respecto a su última creación y su ausencia en la final señala el coplero que “protestar sirve de poco porque ya se sabe lo que ocurre cuando vas a un concurso. Esperemos que este año nos toque estar dentro”.
Diario de Cádiz