Cuatro carnavaleros se unen al ‘sanedrín’ de los Antifaces

Manolo Santander, como autor, y Carmelo García, Paco Oliva y Juan Rivero Muñoz, en la categoría de componentes, recibirán el preciado galardón dorado


La Asamblea de Antifaces de Oro dio a conocer en la tarde de ayer los nombres de los cuatro carnavaleros que recibirán este año el preciado galardón durante el trancurso de la final del Concurso de Agrupaciones. Un autor, Manolo Santander, y tres componentes -Francisco Oliva Correro, Carmelo García Muñoz y Juan Rivero Muñoz- lucirán el premio en sus solapas a partir del 17 de febrero. Manuel Santander Cahue, este año por primera vez en su trayectoria ausente en el Concurso, ha destacado en la modalidad de chirigotas desde que en 1981 saliera en ‘Los ases del jazz’. En 1982 y 1983 participó en dos chirigotas juveniles como ‘Los Town Sayer’ y ‘Los piratas de la cascada’. Fue gestándose entonces el grupo con el que consiguió un buen número de éxitos, primero con los hermanos Sánchez Alba como autores, en chirigotas como ‘Las brujas piti’, luego con los Alcántara en algunas como ‘Los del perejil lacio’, y posteriormente con Carapalo en míticas agrupaciones como ‘El crimen del mes de mayo’. Aunque Santander ya participaba en la elaboración de los repertorios fue en 1993 cuando se lanzó como letrista en solitario, siempre con el grupo dirigido por ‘El Petra’, sacando chirigotas como ‘Los duros de mollera’ o ‘Los muertos del Carnaval’. Volvió a la senda de los premios con un veterano grupo, alcanzando el cuarto premio con ‘Guasa cubana’ o el mismo galardón en 1998 con ‘La familia Peperonni’, en la que escribió el célebre pasodoble dedicado al Cádiz ‘Me han dicho que el amarillo’. Luego vinieron ‘Los de capuchinos’, ‘El Atlético Agujetas’, ‘El movimiento del 36’ o ‘Ángeles y malanges: las dos caras de Cádiz’, su última chirigota, en 2011.

Carmelo García inició su carrera carnavalesca en 1977 con la chirigota ‘Los tigres de Malasia’. Después de salir en diversas agrupaciones juveniles y adultas dio el salto a la élite para salir con Enrique Villegas en ‘Quince piedras’, continuando con el mismo autor en ‘Braceros de pueblo’ y ‘Hombres lobo’. Siguió con el grupo, pero con otros autores como Pedro Romero en comparsas como ‘Con gancho’ o ‘Solera, duende y misterio’. Otra de sus exitosas etapas la vivió en la comparsa de Joaquín Quiñones, cantando en algunas como ‘Charrúas’ o ‘El legado andalusí’. También salió con Antonio Martín en 1998, en ‘Patiovecino’, y luego en coros de José Antonio Flores ‘Ensaladilla’. Desde el año pasado forma parte del coro de La Salle Viña.

En cuanto a Juan Rivero, siempre ligado a los coros, debutó en 1984 con ‘Los duros antiguos’, saliendo en grupos destacados como ‘La banda municipal’ en 1985 o ‘Quo Cadix’ en 1988. En 1990 unió su trayectoria a Julio Pardo y desde entonces no ha conocido otro coro, alcanzando numerosos primeros premios como ‘La tienda de la cabra’, ‘El pregón’, ‘Cumpleaños Feliz’ o ‘Cuando yo me pele’.

Por su parte, Paco Oliva, otro veterano corista, sale por primera vez en 1978 con ‘El gran visir y su vistosa guardia’. Formó parte entre 1982 y 1986 de los coros de Julio Pardo, entre ellos ‘La tía Norica’, ‘Guacamayos y lechuguinos’ o ‘El callejón de los negros’. En 1987 se une a Quico Zamora en la comparsa ‘Los carboneros’ y prácticamente con este autor ha seguido su camino en el mundo del tango, continuando hasta la fecha con el mismo grupo que Zamora y Faly Pastrana formaron en 1998 para ‘Los últimos de Filipinas’. Desde entonces ha conseguido numerosos premios, ganando el primero con ‘La cuesta Jabonería’, ‘Los desoterraos’, ‘Los voluntarios’ y ‘Los tangueros’.

A estos cuatro Antifaces de oro se une este año el que a título póstumo se ha otorgado al Tío de la Tiza y que recogerán algunos de sus descendientes.