Sólo digo que tengo la certeza de que el cuadro desapareció en las narices del actual equipo de gobierno
El pasado 9 de octubre, Inmaculada Macías, firmaba su artículo ‘Dioni y Carretero’ sobre ‘Los Mojosos’, con una información carente de nombres propios y de apellidos específicos, obligando al lector a un ejercicio de deducción personal, a partir de la insinuación.
Cuando no se está afiliado a ningún partido político -como es mi caso-, esta condición me proporciona la suficiente libertad, en lo personal y en lo profesional, de no tener que reproducir ninguna placa de pizarra de ‘La Voz de su Amo’, en cuyo logotipo -por cierto- hay una gramola y un perro, quién sabe si como certero mensaje subliminal de la acepción que la RAE recoge como adjetivo coloquial definiendo al «perro, rra».
Dicho lo cual y considerando que el Partido Socialista lleva preguntado en los plenos (entre otras anteriores actas de 4-1-2008, 18º y actas de 4-9-2009, 37º) por la desaparición del bien municipal inventariado ‘Los Mojosos’ desde su puesta en conocimiento público (fines de 2005 al director del archivo y 2007 en prensa periódica), no parece demasiado afortunado indicar que dicho grupo anuncia ahora su preocupación «como si hubieran destapado el caso Gürtel o el tema de los ERE», cuando lo llevan haciendo, al menos desde el 22 de enero de 2007, o sea, camino de cinco años.
La denuncia ante la opinión pública la destapó quien suscribe; pero la denuncia ante Fiscalía, la interpuso el Partido Socialista, en mi opinión de forma harto valiente y consecuente con sus reiteradas preguntas a Pleno y con su apoyo incondicional a la Plataforma Mojosa, colectivo que aglutina a 80 personas de Cádiz de reconocida trayectoria y compromiso ciudadano. Conviene recordar y transcribir un fragmento de las conclusiones de la señora fiscal, párrafo que -curiosamente- siempre se silencia y se oculta ante la opinión pública, y en donde se subraya el error de procedimiento: «(…) El Ayuntamiento debería de haber puesto en conocimiento de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial para que continuara con las prácticas de las gestiones pertinentes». Esto lo dice la fiscal, no lo dice el Partido Socialista ni Javi Osuna; y lo dice porque los deberes no se hicieron bien (Fiscalía de la Audiencia de Cádiz N/Rfa.: D.I.P. 7/11 (Pág. 7); -el subrayado es mío-.
A lo mejor ésa es la explicación del por qué cuando se organizó un debate público en la APC sobre ‘Los Mojosos’ y su negligente desaparición (marzo de 2010), los populares no se presentaron a debatir, pese a haber estado invitada la primera autoridad del Ayuntamiento; petición que le fue cursada telefónicamente a su jefe de prensa, en tiempo y forma.
Como quiera que en nuestra ciudad los chismorreos de barra y los cotilleos proliferan peligrosamente en corrillos de croqueta, con las medias verdades a la vera de las medias noches de jamón york, algunos se han creído a pies juntillas leyendas urbanas, de dudosa veracidad, como que la señora indigente que seguía a ‘El Troy’ era su madre, o que ‘Marchena Picuíto’ vendía cartones con una holgada cuenta corriente.
Por no hablar de cuando el correveidile se aproxima al cuerno; entonces su capacidad de propagación se multiplica, dando muestras de una maldad rayana en lo enfermizo. Personalmente, no tengo ni idea quién tiene el cuadro. No sé en qué casa anda colgado. Ignoro si ha sido destruido o una mano amiga de lo ajeno lo tiene a buen recaudo; por no saber ni sé si -efectivamente- ha sido robado. ¿Tú lo sabes, Inmaculada? Si es así, publícalo con nombres y dos apellidos que estaré encantado de leerte. Porque, ¿con qué persona están que trinan? ¿quién ha hablado con los funcionarios? ¿quién ha comentado a estos que sabe en qué casa anda colgado?…
Nunca he puesto en duda la honorabilidad y la profesionalidad de ningún funcionario del Ayuntamiento, sin embargo sí tengo dos grandes certezas: una, que el cuadro ha desaparecido en las narices de la gestión del actual equipo de gobierno municipal, y dos, que los socialistas se han atrevido a denunciarlo como les corresponde en derecho y, sobre todo, en deber.
Y desde luego, decir (del cuadro) «que en aquel momento no tenía tanto valor porque los Costus aún vivían y su obra no era tan conocida»… es un disparate tan grande y una falta de respeto a la familia de los artistas predilectos, que sólo retrata la ignorancia de quien lo pronuncia. Aparte de que no es cierto. Si me llaman a testificar, testificaré encantado, con luz y con taquígrafos, y no me andaré con medias tintas ni con insinuaciones de vestíbulo, porque no me gusta jugar a los telegramas con las manitas cogidas. Ejemplo de buena praxis, sin embargo, es el de Silvia Tubio que, huyendo de la fuente de pasillo, acudió a la primigenia y llamó por teléfono, informándose de primera mano.
A todo esto, no olvidemos que el cuadro es un bien patrimonial, catalogado en el inventario de bienes municipales. ¿Te imaginas que para hacer un catálogo del Museo se hubieran llevado un Zurbarán a Jiménez-Mena?…
Gracias a una Real Cédula de Felipe V, existe la obligación administrativa del depósito legal. Tengo delante de mí un libro. Su Depósito Legal dice CA-930/98, es decir, 1998; o sea, que hacía nueve años que habían fallecido los Costus. y tres que el actual equipo de gobierno custodiaba la misma pintura que se había reproducido en la portada del citado ejemplar. No sé si me explico lo suficiente