Antonio se fue para el trabajo
nunca marcha cabizbajo
sonrisa de oreja a oreja
vendada lleva una de sus manos
solo por salvar un vaso
que llevaba en su bandeja.
Bandeja que unas catorce horas
como el mar que con las olas
siempre están en movimiento.
Antonio que sus vacaciones
es cruzar los callejones
o pasar por Sacramento.
Antonio no ve las pagas
porque las tiene prorrateadas
y a su familia va manteniendo
y encima aguanta al cliente
típico chufla y prepotente
que le vacila y traga pa dentro.
Se pierde días de Reyes,
Semana Santa y los Carnavales,
todo el verano y todo el invierno
pero encima en el diario
dicen unos empresarios
que en Cádiz no hay camareros
con to lo que lucha Antonio
aguantando a los demonios
de aquellos empresarios
que se beben su dinero
camareros hay un millón
lo que sobra en Cádiz son
explotadores y usureros.
José María Barranco Cabrera
‘Aquí huele a verdín’ – 2022