Juancojones a mí me llaman
porque se me caen los huevos,
Juancojones a mí me dicen
que soy tranquilo,
la gente a mí es que me altera,
la sangre me hierve y se me acelera
y me sacan de quicio.
Mi cuerpo es mu relajao,
yo he sío siempre
así desde que era un chavalillo,
como me peine palante
me pesa hasta el flequillo.
Me ponen de flojo
porque canto aquí en el Falla mu desganao,
aquí los únicos flojos son ustedes
que ca vez que vengo a este teatro
os cojo a tos sentaos.
Tengo ganas de tomarme un cafelito,
decidle al belga que no me lo ponga mu cargao,
no es cosa de los nervios
es que al cogerlo
del peso tengo el brazo cansao.
Ahora que me encuentro más tranquilo
quiero decirte, Cádiz, que tú eres mi amparo
por eso soy feliz siempre en el paro,
algún día trabajaré, se lo garantizo,
no me importará ni las condiciones
si primero me dan el mes de permiso.
José Manuel Cornejo, José Luis Ballestero y Luis María Rodríguez
‘Los Juancojones’ – 1998