Cada vez que te traigo mi tango
to los años pasa lo mismo
siempre alguien lo va criticando
por el tiempo o por el ritmo.
Que si este es un tango largo,
que si este es un turbo blanco
y yo no sé qué es lo que se infunda
cuando me insultan
mientras yo canto.
Mi tango ni va con prisas
ni va con calma,
mi tango tan solamente
va con el ritmo tocando palmas,
mi tango jamás nació
al filo de un pentagrama,
se inspira en esos maestros
que dieron gloria a fiestas pasadas.
Por eso mi tango mira
al tango del Tío la Tiza,
con esa subía preciosa
y con su trío que daba envidia.
Por eso mi tango mira
al tango de Paco Vélez
con paradilla al final del to.
Un tango picao que va al corazón
como los hacía Manolo León.
Poder crear un tango genial como Cañamaque
con su compás y ese triquitrán que era el remate.
Jalea guitarra en su tango García de Quirós
que era un “glose”
y Manolo Bravo un tango de amor con Juanito Poce.
Y así verán y comprobarán quienes criticaron
que mi tango bebe y siente
de la tradición y no hay más milagro
y si no te gusta te pido perdón
y deja que escuche cómo lo aplauden los gaditanos.
José Marchena y Fernando Migueles
‘La máquina’ – 1998