Los más pequeños fueron ayer los grandes protagonistas de la segunda jornada del Congreso. Los talleres prácticos puestos en marcha por la organización para enseñar a los jóvenes las características del Carnaval de Cádiz resultaron todo un éxito.
De este modo, Adela del Moral, una de las autoras de la fiesta, expuso a los alumnos de varios centros de la capital la incursión de la mujer en la celebración. La autora y profesora de música explicó lo que supuso este hecho para el Carnaval de la época y las consecuencias que tuvo en el desarrollo de la misma.
Las cuestiones prácticas de los ritmos que se utilizan en el pasodoble tradicional fueron presentadas por el autor Luis Rivero, que se encargó de sacar lo mejor de los alumnos. Éstos aprendieron a diferenciar las distintas partes de esta pieza fundamental interpretada por comparsas y chirigotas. Además, los alumnos de los colegios San Felipe y Carlos III mostraron sus dotes musicales e interpretaron un pasodoble creado por ellos mismos. Mientras lo cantaban, aprendieron a tocarlo utilizando sus propias mesas como si fueran cajas de Carnaval. Por último, se pusieron en práctica los movimientos y gestos que se utilizan para dar vida a un pasodoble. Por su parte, Pedro Payán Sotomayor dio una lección de habla de Cádiz, haciendo un recorrido por los términos creados en la ciudad. Los talleres prácticos fueron rematados por José Manuel Gómez, uno de los máximos exponentes de las agrupaciones ilegales, que hizo valer su ironía para explicar a los que empiezan en la fiesta el doble sentido de la gracia de Cádiz, característica de sus coplas de Carnaval.
Con estas directrices, los aprendices ya están preparados para tomar el relevo.