Cada agosto, todo carnavalero que se precie tiene que tener un día señalado en el calendario, el día del festival de Aspademis, donde se demuestra que todo “Cádiz es Arte”. Este año ha sido el 10 de agosto y colgó el cartel de “Entradas agotadas” días antes del espectáculo. Y no es para menos, sin salir de un paraje como el Teatro José María Pemán, en el corazón el Parque Genovés de Cádiz,pudimos visitar numerosos lugares a través de las coplas de las agrupaciones, incluso pudimos viajar en el tiempo.
Viajes en el tiempo como el que nos produjo la primera agrupación de la noche, “Esto conmigo no pasaba”, la chirigota de Vera Luque que fue semifinalista con este tipo del generalísimo Francisco Franco. Tras su presentación y su pasodoble explicativo de cómo debe ser un hombre español, interpretaron cuatro cuplés dedicados a Nuria Bermúdez, los pueblos de la sierra y sus menudos, al programa “Cambio Radical” y al cadismo, que hicieron las delicias del público que tuvo que poner el brazo en alto para el estribillo y dar cremita al finalizar el mismo. Para seguir cantaron un popurrí con cuplés de otros años como de “Tarzán, la leyenda del hombre mono o por lo menos resultón”, “Los Monstru” o “Los Machomen” entre otros. Para finalizar, el pasodoble de la niña hospitalizada de “Cumpleaños Infeliz S.A Payasos a domicilio” y la presentación de dicha chirigota.
Y volvemos a Cádiz, en concreto a la playa de Santa María, hasta donde llegó una barca con once voces dispuestas a hacer disfrutar a todas las personas que se encontraban en el teatro. Era la comparsa de Joaquín Quiñones que llegó dispuesta a descargar su alijo de coplas en “La Playa de los secretos”.
La primera copla del 2º premio de comparsas, fue la presentación en la que quedó claro que por mucho que faltaran contrabandistas, suenan como lo que son y forman, uno de los mejores grupos del Carnaval Gaditano. El teatro José María Pemán enmudeció para escuchar el pasodoble de esta comparsa, el silencio se oyó cuando sonó “Ay recién salidita de la caldera…” con esa música de Manuel Sánchez Alba que como siempre es bella, cortita y añeja. Cantaron el pasodoble de presentación, el dedicado a los dictadores que termina haciendo mención a ETA y a las madres solteras y abandonadas por los padres de sus hijos. Tras ellos varios cuplés simpáticos a la ministra de sanidad, a la Pantoja, y a los casquetes polares marcianos. Tras los cuplés con un estribillo en el que Ramoni lleva las riendas al principio para dárselas a Caracol en el final, llegó otro pasodoble dedicado a los gaditanos que no han nacido en Cádiz. Tras esto, antología, en concreto coplas de “Noche de Falla”, “La Caldera” u “Orfebre”. Para finalizar pusieron al teatro en pie con el pasodoble de “Los Vikingos” cantado sin micrófonos al borde del escenario.
Y de la playa gaditana de Santa María nos vamos a Barbate, desde donde llegaron unos “Risoterapéutas” para curarnos a base de sonrisas y darnos un tratamiento de coplas de esta comparsa semifinalista. Para comenzar nos dieron una cápsula en forma de presentación, muy alegre que arrancó los primeros aplausos al público que se quedó a escucharlos, ya que, incomprensiblemente, una parte del público se fue al anunciarla. Después, le llegó el turno a una buena dosis de pasodobles, uno que hacía referencia a la enfermedad que sufrieron al no pasar a semifinales el año anterior, pero que fue curada con el cariño de Cádiz, y otro a su primer parto como médicos, dos bellas letras de Antonio Reyes y José Manuel Cardoso que, también, ponía la música a los mismos. Cuplés simpáticos para continuar, y para no alargarse demasiado se fueron directos a la antología, en concreto a la presentación y un pasodoble de “La Clase Obrera” dedicado a la discapacidad, muy acorde con la noche y la causa de la misma, otro pasodoble dedicado a Barbate de la comparsa “Los Licenciados”. Fueron despedidos con el aplauso de agradecimiento por tan buena actuación en la que dejaron claro que el tener el apellido de “de Barbate” es tan señal de calidad como tener el “de Cádiz”.
Y de la alegría barbateña a la fantasía de Cádiz de “La República Gaditana”, 3º premio de comparsas de 2007, que bajo la dirección de Ángel Subiela y con la incorporación del contralto “El Chupa”, que vuelve al grupo del que saliera en 1995, cantaron la presentación en la que explican claramente y con calidad musical el tipo que representan. Tras ella interpretaron tres pasodobles, a la bandera, a la presentación del Carnaval en Madrid reivindicando la presencia de la comparsa y el cuarteto en la misma y a las abuelas que quedan al cuidado de los nietos, todos bellos en letra y en música compuestos por Tino Tovar. Aquí acabó el repertorio de 2007 y se dedicaron a cantar antología. Comenzaron con “La Cuadrilla” interpretando la presentación y un pasodoble dedicado a los obreros reivindicado una mejora en las condiciones laborales de los mismos. Para terminar cantaron la presentación de “El Espíritu de Cai”, comparsa con la que consiguieran el 1º premio en el año 2005. Fueron despedidos con el aplauso del respetable que siguió atentamente la actuación de esta comparsa.
Y de nuevo vamos a dar un viaje en el tiempo, en concreto hasta 1812, al Cádiz de 1812, el Cádiz de las Cortes, ya que la comparsa de Antonio Martín son los participantes de las Cortes de Cádiz que promulgaron la primera constitución liberal de España, y como no podía ser de otra forma se llaman “Los Hijos de la Libertad”. Interpretaron la presentación de la comparsa ganadora del 4º premio en 2007 y se dedicaron a cantar coplas de la dilatadísima trayectoria carnavalesca de este autor. Coplas como la presentación de “Tras la Máscara”, “Ángeles y Demonios” o “Caleta”sonaron en el teatro José María Pemán.
Tras la mítica presentación de Caleta, sorprendieron a los presentes subiendo a un guitarrista, dos palmeros y una cantaora que interpretó por bulerías el pasodoble de la rosa de “Capricho Andaluz” que se llevó una fuerte ovación del público.Para concluir su actuación cantaron la rumba “A la luna” y el “Charlot” de Enrique Villegas que consiguió poner al público en pie.
Del Cádiz de 1812 nos vamos a la China, donde unos chinitos nacieron, pero que al poco tiempo vinieron a Cádiz para montar un restaurante al que pusieron de nombre “Lestaulante Chino Casa Lafaé”. Con aires orientales cantaron un pasodoble a la relación entre los profesores y los alumnos en la actualidad que arrancó risas y aplausos al público. Tras el mismo cantaron dos cuplés, uno a la baba de caracol y otro a una china embarazada, debidamente enchampelados y con su estribillo que fue coreado por todo el teatro. Seguidamente, y tras las gracias del Selu que levantaron carcajadas y aplausos al público durante toda la actuación, cantaron el popurrí del 4º premio de chirigotas de 2007. Y tras él, comenzó la antología y los cambios de personalidad, ya que pasaron de ser camareros chinos a ser mariquitas costureros para interpretar dos cuplés de “Los que cosen pa la calle”. Para finalizar cantaron el popurrí de popurrises en el que demostraron que son auténticos actores con piezas de “Banda de música de Cagarrutas del Monte”, “El que la lleva la entiende” o “Los Sanmolontropos Verdes” entre otras. Este popurrí hizo que todo el teatro José María Pemán se pusiera en pie y a grito de “¡Otra, otra!” hizo que la chirigota de José Luis García Cossío, el Selu, cantara dos cuplés de los borrachos, con un estribillo cantado por el público y un cuplé también en su totalidad. No pudo tener un mejor final la actuación de esta chirigota que el cariño del público que los despidió en pie ovacionando a estos chirigoteros gaditanos.
Tras un descanso en el que se sorteó un traje de flamenca debido al décimo aniversario del festival, la velada continuó su curso.
Al igual que con la comparsa de Joaquín Quiñones, de nuevo nos vamos a la playa, pero no a Santa María, sino a la Caleta, la playa del barrio de la viña, donde habitan unos gladiadores ataviados con utensilios propios de un día de playa cualquiera, pero no con el uso para el que iban destinados. La chirigota de Manolín Gálvez, “Los Gladiadores de la Caleta”, interpretó la presentación en la que dejaron de ser playeros para ser gladiadores, un pasodoble de presentación con la música de Mario Rodríguez y la letra de Antonio Rivas y Francisco Abeijón, “El Carapalo”, al más puro estilo del 3×4 viñero que esta chirigota lleva como bandera. Varios cuplés con risas que arrancaron, no sólo sus letras, sino las intervenciones del director en los pitos, que dieron paso al estribillo, el cual fue coreado por parte del público. Un día de playa, aunque sea de unos gladiadores, da mucho de sí, y para explicar sus aventuras, cantaron el popurrí que hizo brotar algunas risas y el aplauso del público al final del mismo. Dejando por un lado de momento el repertorio con el que consiguieran el 3º premio en el COAC 2007, cantaron el mítico pasodoble de la chirigota del Noly de 1994 “Las viudas de los bisabuelos de los viejos del 55”. Tras él, se colocaron de nuevo los bártulos de gladiadores, pero se los volvieron a quitar, ante la insistencia del público para que interpretaran el famoso “Mostradores de la viña”, y tras él, el pasodoble al pasodoble de este año, tras el cual el público ovacionó largamente a los copleros en uno de los aplausos más fuertes de la noche.
Y del fresquito de la Caleta nos vamos al calor sofocante del desierto donde “El desafío” de coplas se hace presente con la comparsa de Luis Manuel Rivero. Para dar comienzo, la presentación, utilizando en ella otros instrumentos como la armónica, aparte de las guitarras, caja y bombo. Un pasodoble a los maestros y el maltrato que sufren por parte de los niños sirvió para continuar este desafío semifinalista. Para hacer la actuación más breve y dar paso a otras agrupaciones, cantaron ya antología. La presentación de “Gaditanos” levantó los aplausos del público que seguía la actuación de estos jóvenes comparsistas gaditanos cuando se escuchó, con alarde de buenas voces, eso de “Cai, los que van a cantarte saludan”. Y sin salir del oeste, nos vamos a Méjico con la presentación de “Guadalupe”, hasta ahora el único primer premio de este autor en la categoría de adultos. Un pasodoble a las madres de la misma comparsa y otro a la universalidad del carnaval gaditano de “Los Hijos de la Tierra”, pusieron el punto y final a este desafío de coplas con unas voces que en todo momento sonaron muy bien, tan bien como sonó el aplauso que el público les brindó.
Abandonamos el desierto para irnos a una realidad actual de Cádiz, donde “Los Prejubilaos” están alcanzando un número considerable de representantes. Pero estos prejubilaos están aún en activo en el mundo del Carnaval en el que llevan desde 1984 juntos, formando una de las chirigotas más laureadas de todos los tiempos y el grupo más veterano del Carnaval de Cádiz. Comenzaron con la presentación en la que no se notaba, en su interpretación, la ausencia de algunos de los componentes de la chirigota ganadora del 2º premio, como la del Lobe o Cristóbal. Tras ella, un pasodoble piropo a Cádiz y otro alabando la figura de las amas de casa. Muchoscuplés buenos hicieron que la actuación continuase. Para no excederse en eltiempo, ya que el día siguiente era laborable, y dejar paso a las demás agrupaciones cantaron un pasodoble en defensa del habla andaluza de “Ay, que malito estoy y que poquito me quejo”, su último primer premio, y la rumba del “Mellao”, que arrancó las carcajadas con sus comentarios y con cada una de las cuartetas de la rumba. Para despedirlos, gran parte del público se puso en pie premiando a esta chirigota.
Después de esta gran familia de chirigoteros, nos asomamos a la Alameda a tomar el fresquito y pudimos ver como en un barco, que llevaba por nombre “Los Majaras”, capitaneado por Antonio Rico Segura navegaban hasta el escenario ataviados con diferentes tipos, comparsistas portuenses locos, o mejor dicho, majaras, por cantarle a Cádiz. Esta agrupación fue un continuo ir y venir en el tiempo, ya que interpretaron coplas del amplísimo bagaje carnavalero de su director, que comienza a principios de los años 60 y se prolonga hasta el año presente. Para comenzar nos fuimos hasta “Israel”, hasta el Israel de 1984 y la presentación de dicha comparsa. Para continuar, galopamos a lomos de los “Caballos Andaluces”. La magia se adueñó del Parque Genovés cuando de esas voces prodigiosas salieron las presentaciones de “Andaluces de Jaén”, “Los Simios”, “Raza Mora” y “Chile, Chile”, que formaban un popurrí de presentaciones que arrancó aplausos nada más comenzar cada una de las cuartetas. Al finalizar, el teatro completo se puso en pie en señal de agradecimiento a esta comparsa y a un Pedro que, como siempre, se dejó la piel en el escenario. Un pasodoble de “Los Simios” y otro de “Israel” hicieron que el público se dejara llevar por la magia del momento. De pronto, en el silencio se oyó eso de “Un cuatro de diciembre muere un malagueño…”, pasodoble mítico en donde, a la mitad del mismo, los comparsistas se fueron al borde del escenario, para seguir cantándolo sin micrófonos. Tras ésto, el aplauso de todo el teatro en pie en el que fue el más largo y fuerte de la noche. Ante la insistencia del público cantaron otra copla, en concreto un pasodoble de “Andaluces de Jaén” tras el cual, de nuevo el público en pie agradeció con una ovación cerrada el buen hacer de los majaras.
Una vez que zarpó rumbo al Puerto el barco de “Los Majaras”, otro viaje, esta vez nos fuimos hasta Gibraltar con “Los de la Roca”, la chirigota de Manuel Santander. Unos gentleman que cantaron una presentación muy gaditana pero con aires Británicos de estos a los que les gusta el cachondeo al “tutiplén”. Con el particular humor de su autor comenzó el pasodoble dedicado a su hija, con la música de Manuel Sánchez, “El Noly”, un pasodoble viñero 100% cantado como viene siendo habitual en esta chirigota, con fuerza y arte, pero se notaba la ausencia de algunos de los componentes. Tres cuplés simpáticos para continuar y rendir homenaje el Peña y el Masa en el estribillo que concluye igual que el de “La Boda del Siglo”. Para seguir y con la colaboración del público que tuvo que moverse e ir de un lado a otro cantaron el popurrí de “La Familia Pepperonni” que arrancó los aplausos y algunas risas al público. Para finalizar todo el teatro a coro con la chirigota cantó el himno del Cadismo, el “Me han dicho que el amarillo…” de la “Familia Pepperonni” tras el cual, el teatro se puso en pie para aplaudirlo y así despedir a la chirigota de Manuel Santander.
Y para finalizar, otro viaje hasta el otro lado del charco, ya que desde Gibraltar nos fuimos hasta Uruguay, donde la murga “Araka la kana” nos tenía preparado un repertorio dispuesto a hacernos disfrutar a todos. Faltaban algunos componentes del 1º premio de comparsas de 2007, cosa que se notó en la interpretación del repertorio, pero aún así hicieron disfrutar. La presentación dejó claro el tipo que representaban y una fuerza y ritmo realmente sorprendente.Para continuar, un pasodoble en el que Juan Carlos Aragón da un paso atrás arrepintiéndose de la droga que ha consumido en su vida, y otro sobre el proceso de paz, uno de los pasodobles más duros que hemos escuchado en este carnaval 2007. Dos simpáticos cuplés sobre las argollas que sirven para alargar los cuellos y sobre la mujer del autor, que no sale muy bien parada, aunque ellos saldrán peor. El popurrí cerró la actuación de “Araka la kana”, dando paso a la antología, aunque fue breve debido a la hora. Sólo fue un pasodoble, en concreto el de “Los Yesterdeys” dedicado a Andalucía, ganador del premio “Coplas para Andalucía” del año 1999. Un aplauso fuerte del público les despidió.
Visto lo visto, oído lo oído, todos los asistentes nos fuimos a casa pensando en lo acertado del nombre del festival, que en 2008 será el 15 de agosto, “Cádiz es Arte”. Y es que con tanto viaje y vueltas atrás en el tiempo, queda claro que efectivamente, Cádiz es arte… el arte del Carnaval.
Texto: El Pater
Fotos: Gadi