“Papaíto, me quiero bañar,
por favor, en el Puente Hierro”
y el antojo le quise quitar,
hacía una calor de perros.
A mi hermana pude saludar
con Mateo entre las rocas
paseo de mi Caleta,
fiel testigo de mis notas,
fiel testigo de las letras
de un pobre poeta y de su chirigota,
tal como llegamos al Puente Hierro
ahí fue naciendo esta simple copla.
Y busqué pa ti
algo mu especial
algo muy común,
lo juro por mi salud,
con sabor a Carnaval,
con sabor a Carnaval.
Con su pellizco, su gracia
y su esencia requeteviñera,
con su rajeo al final
como olas que rompen la escollera.
Y aunque hiciera aquel día
una calor de perros
la música el año que viene
si mi niño otra vez quiere
nacerá en el Puente Hierro.
José María Barranco Cabrera
‘La chirigota del Lazio’ – 2023