Cuando Dios me trajo al mundo
mi madre me abandonó
en la puerta una iglesia
y estuve allí
hasta que cumplí veinticinco años
pasé hambre, pasé frío
y tenía engarrotadas ya las piernas.
Un verdadero trauma.
Sé cantar,
me gusta el flamenco,
yo canto muy bien por el Camarón,
dicen que soy el sucesor
“Gitano soy”, es que ahora…
es que ahora estoy chungo de voz.
Con este arte tan grande
que tengo y sigo soltero,
no me mira ninguna mujer
es que se han quedao todas ciegas con él.
Mi potencia sexual es increíble
tengo la bragueta siempre destrozá
y en la mili me llamaban el morcilla
por algo será.
José Luis García Cossío
‘Los lacios’ – 1995