Aún recuerdo aquel peluche
sin sonidos y sin luces,
ese muñeco de trapo,
mi querido Spiderman,
ese amigo de mis noches
cuando sentía su roce
apoyado en mi almohada
preparado pa soñar.
En las noches de tormenta,
relámpagos y truenos
era mi fiel compañero
que me daba su calor,
él me ahuyentaba los miedos,
los malos pensamientos,
me quitaba el temor.
Y desde entonces
echo de menos
aquel abrazo,
aquel regazo
y desde entonces
se fue ese niño
y desde entonces
se fue el bebé
para dejar de soñar historias
de ver la vida color de rosa
cuentos de hada y de princesa
donde no había jamás tristeza
y puedo pasar
sin mi viejo amigo
aquel que me dio
su abrazo y cariño.
Ya puedo dormir
sin mi Spiderman
las noches tranquilo.
Pero lo que yo
no quiero que falte
es que por las noches
de nuevo mis padres
con mucho sigilo
se acerquen a mí
a mí, a mí
para acurrucarme.
Ramón Guirola Tamayo y Antonio Lobón Sánchez
‘Dormilones’ – 2024