En el mismo aculaero
se remojan los luceros
al ritmo de las olitas
nace este compás.
Desde allí se ve el castillo,
el faro enciende su brillo
y bostezan los erizos
en la bajamar.
Va saliendo este tanguillo
con sabor a burgaíllo,
a centollos, caracolas y ortiguillas
y encima las mojarritas
van bailando las barquitas
que alegres mueven su quilla.
Este es mi tanguillo,
tanguillo tan caletero
que acogió en tus aguas
para que tenga un punto de sal
que se deja acariciar
por los vientos de poniente
y en la punta de Occidente
es donde encuentra ya su compás.
Tango, mi tango de Cai,
lo más bonito,
lo más grandioso
del mundo entero.
Tango, de carbonería
del vino de la trastienda
y vela en un lavaero.
Este es tango de Cai
que se ha convertido en la calle
de nuestra fiesta
un defensor.
Tango del filipino
de la cuesta, de los tangueros,
de la conga del santiaguero,
del Fletilla y su batallón.
Es el tango de Cai
el que yo más quiero
ay, mi tango de Cai
que por ti me quiero.
Tango desde la mura hasta la bahía
que huele añejo con su alegría
ay, mi tango de mi corazón.
Rafael Pastrana, José Manuel Pedrosa y David Fernández
‘Los Chimenea’ – 2018