Esto que voy a contar
seguro que te suena,
lo habrás escuchao más veces.
Una madre que llora
con su hijo entre los brazos,
con qué crueldad
se lo mataron,
no había hecho na.
Y cuánta sangre derramó
en lo que duró el calvario
las leyes, las leyes, las leyes
que a veces inventan los humanos.
Lo condenaron a la muerte
sin más piedad
ay, fue esa su suerte.
Malditas sean las conciencias
que asesinan a inocentes,
apalearon su virtud
y cargó con la cruz
de los que nacen rebeldes.
Entre el escombro y las piedras enterró
su cuerpo inerte para descansar
“hasta siempre mi vida
me dejas una herida
que ni los dioses a mí
jamás me podrán sanar.
me arrebataron mi vida y mi hogar
porque tú nunca vas a resucitar”.
No, no fue hace dos mil años años
está pasando
hablo de Palestina
y de la hipocresía
frente a su dolor.
Si fuera, si fuera el Mesías
saldríamos de penitencia
con las cruces y las cadenas
que perdonan los pecados
pero están lejos
qué coño importa
cambia la tele y mira pa otro lao.
Manuel Lorenzo Cornejo Puente
‘Los poderosos’ – 2025