Hiere mi orgullo
rondar los treinta
y comprobar que lo que avanza
es solo el tiempo.
Hiere mi orgullo
cuando escucho decir
“la juventud de hoy
solo quiere vivir”.
tras media vida
frente a los libros
y el sacrificio
que hicieron por mí mis padres,
siento impotencia
al ver que el esfuerzo de ambas partes
ha sido en balde.
Y aunque se empeñen los que gobiernan
en maquillarlo con sus limosnas
bajo la excusa de que emprendamos
lo que los jóvenes reclamamos
es ver la luz después de tanta sombra.
No quiero ayuda para alquilar,
quiero un trabajo
que me dé la independencia,
no necesito la caridad
dejaros de pagas que os sirvan
pa limpiar la conciencia.
Quiero ser útil y ser capaz,
no me des peces,
deja que aprenda a pescar.
Gracias, nunca os podré dar gracias,
vuestra ayuda es más que falsa,
guardadla pa quien de veras la necesite.
Tengo dos manos, un millón de sueños,
fuerzas y ganas para construir mi vida
y poder el día de mañana
al que critica gritarle
que igualito que a mis padres
a mí no me regalaron nada.
Manuel Cornejo Puente
‘La alegría de Cádiz’ – 2024