Harto ya de estar muy harto
dejé mis compases
guardé mi guitarra
y un día me fui
dejándote en la memoria
sonidos y acordes
de los pasodobles
que un día escribí.
Lejos caminaba con mi duende,
duende que no camina sin mí,
que vive y muere conmigo,
que es mi fiel amigo,
que lleva mi estilo
y me hace sentir.
Al amanecer un día
algo en mi pecho me ardía
al principio no entendía
que eran voces que clamaban
por salir fuera de mí.
Voces que estaban dormías,
la generación perdía
viendo porque debatían
su derecho de seguir.
Carnavales de hoy en día
que me hacen añorar
los compases de tantos maestros,
los que llenaron de duende
las calles de mi ciudad,
Los compases que trajeron
un montón de estilos nuevos,
otra forma de cantar.
Otra vez estoy aquí,
hoy mi duende me ilumina
si consigo despertar
los compases de otros días
solo así poder pagar
la copla que te debía
la copla que te debía
Luis Ripoll
La culpa es mía – 2020