La semana de… Pedro de los majaras (III)

por El Pater

En 1976 con autoría de Ángel García y José Luis Arniz, volvieron a viajar, esta vez hasta el país galo trayendo ‘Los Apaches de París’ una comparsa que consiguió un segundo premio provincial.

apaches-de-paris

En 1977 descansa y vuelve al año siguiente con una de las mejores comparsas que ha dado la historia del carnaval de El Puerto de Santa María: ‘Raza mora’. La autoría volvía a recaer en Diego Caraballo (letra) y la agrupación (música). Esta comparsa nos dejó pasodobles como el famoso “Un cuatro de diciembre muere un malagueño” que se ha convertido en un himno que cada día cuarto del último mes de año suena por las calles de El Puerto. En esta ocasión nos vamos a quedar con el pasodoble de presentación de esta comparsa que consiguió el primer premio provincial de 1978.

Morena y legendaria fue la raza mora
lo mismo que la tierra donde fue curtida
fantástica, guerrera, bella y misteriosa
como los arenales que le dieron vida.
Se acabaron las luchas contra los cristianos,
se acabaron las tribus de infieles paganos
y el fabuloso reino de la morería.
Ya no verá, ya no verá
con recelo y temor como antaño moros en las coplas
con garras y guitarras y unas ganas locas
que ponen su reinado sobre Andalucía.
Ah, por algo el moro lleva por sus venas
el grandioso embrujo del pueblo andaluz.
Hasta Mahoma en su peregrinaje
rezaba cantando con luna y con sol.
Por Alá, yo que me quedo aquí de nuevo
con mi mora y mi camello
y que me busque el Sultán.
Por Alá
que me quedo y no me marcharé jamás.

Al año siguiente Pedro volvió a repetir autores con ‘Cantares’, otra gran comparsa que tuvo que conformarse con un segundo premio, ya que el primero recayó en la comparsa ‘Hombres del campo’ que trajo desde Chiclana don Enrique Villegas.

cantares

La década de los ochenta no pudo empezar de mejor manera para Pedro de los majaras, pues su comparsa supuso todo un pelotazo en el año. ‘Los simios’ llevó al Falla, con autoría de Diego Caraballo y la agrupación, el mundo de aquella película. Una interpretación genial y letras como esta hicieron que consiguieran el primer premio provincial de 1980.

A la puerta de la Gloria
vestido de blanco,
triste y gateando,
llegó un inocente
con tan solo medio año
y al verlo tan nuevo,
preguntó el supremo:
¿tú de dónde vienes?.
Vengo de un pueblo pequeño
entre los pinos y el mar,
donde todo el mundo es bueno
donde yo nunca podré jugar
porque cortaron mi vida
poco después de nacer.
Me vi con estos pañales
tirao en la calle
yo no sé por qué.
No tuve tiempo de hablar,
ni de ayudar, ni pedir,
sólo sé que mi papa
no me ha dejado vivir,
por culpa de mi mama,
juro yo que no lo sé,
me quitaron de llorar,
no me dejaron crecer.
Seguro que allá en la Gloria
tendrá cariño y bondad
y las miserias del mundo
no las tendrá que aguantar.
De nuevo le preguntaron
dónde dejó a su papa:
cuando me vine pal cielo
se quedó llorando
en Puerto Real.

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