La semana de… Joaquín Quiñones (II)

por El Pater

En 1983 llegaría una de sus comparsas más recordadas, así como una de las pugnas carnavalescas más importantes de la historia de la comparsa. Ese año Antonio Martín saca una comparsa de corte clásico llamada ‘Agua clara’ y Joaquín Quiñones y Aurelio del Real le dan un aire vanguardista a la suya sacando ‘Robots’. Esta idea surge cuando Joaquín leía un artículo en el periódico en el que hablaba de que en el futuro las máquinas sustituirían a los hombres. Este texto provocó en el autor de carnaval tal conmoción que decidió sacar esta comparsa. ‘Robots’ era una de las grandes favoritas pero, a la hora de dar los premios, fue el clasicismo de la comparsa de Martín quien se llevó el gato al agua en forma de primer premio, quedando la comparsa de Joaquín Quiñones y Aurelio del Real como segunda clasificada.

Hay un balcón en el Mentidero
no es uno más de aquel bello rincón,
este derrocha amor
sus encajes de hierro.
Tras su limpio crital
entre tiras bordás
vive Gitanilla del Carmelo.
Cuánta historia encierra
cada pliegue de su piel.
Con casi un siglo
de poesía en su caminar,
quién le ha dicho más a Cai
y su verde mar,
quién se muere más por su Alameda.
Tú, que bordaste tantos versos
puntá a puntá,
eres hábito constante
del verbo amar
y estandarte de la Virgen marinera.
Aunque sé que jamás
te han gustao los honores,
deja que sea a tus pies
ramo de flores.

Esta comparsa, además de un repertorio exquisito, tenía una puesta en escena muy cuidada, desde el panel en donde se iluminaba el nombre de la pieza que iban a interpretar hasta los movimientos de los componentes llevaban al espectador hasta un futuro donde los autómatas —nombre que barajó Quiñones para su comparsa— tomaban el mando. Para lograr los movimientos tan controlados el grupo, una vez que terminaba su ensayo tradicional, dedicaba un tiempo más a ensayar los movimientos, de tal manera que todos se movieran de la misma forma en el mismo momento, algo que solo se rompía en el estribillo, cuando bailaban un tanguillo de Cádiz.

Al año siguiente la comparsa vuelve a tener un tipo espectacular pero no consigue enganchar al jurado, quien les deja fuera de la final con ‘Barrilete’. Esta fue la última comparsa de Aurelio del Real y Joaquín Quiñones, cerrando una etapa donde el letrista se había consolidado como autor de comparsas.

Para 1985 el grupo que dirigía Pepe el Caja se va con la comparsa de Antonio Martín y es Manuel Moreno —quien había formado parte de la comparsa del autor viñero el año anterior—. El músico también cambió para la ocasión y es Pepe Martínez quien se encarga de componer el repertorio. A partir de ahí se inicia una etapa donde Joaquín y Pepe componen comparsas juntos hasta el año 2002. Ese primer año gustaron mucho, sin embargo, la comparsa no consiguió pasar a la final quedándose en semifinales. Fueron ‘Hombres azules’.

Desde los confines del Oriente,
entre dunas y soleá,
no sé cuántas lunas han pasao
pa llegar a tu Carnaval.
Lejos del desierto ya presiento
en esta esquina occidental
que algo hay en los pliegues de tu gente
de esta raza singular.
Oh, Cai, mi peregrinaje acaba aquí.
Ya me he encrucijao de sol,
sediento llego
y este ansiado oasis ya me sació.
Cuántas madrugadas alucinaba
junto al fuego acogedor,
fuentes de una Alhambra
y minaretes
con mosaicos de color,
y aunque na de eso me he encontrao
aquí voy a claudicar.
Si como esta Meca de ladrillos coloraos,
no hay na.

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1 comentario

Antonio 20 septiembre, 2017 - 20:43

Buenas tardes a tod@s:

Yo, humildemente veo en Joaquín Quiñones tres etapas. La primera, sin duda llega hasta Dioses del Olimpo, una comparsa con la que tuve el honor de compartir día en el COAC en aquel memorable año. La segunda, comienza con Robots, una agrupación de vanguardia que en ltandem Joaquín-Aurelio hicieron una de las mejores obras maestras innovadoras del Carnaval de Cádiz. Y, la tercera, comienza con agrupaciones ya de finales de los noventa y año dos mil hasta su retirada.

En relación a la disputa del primer premio, esto pone de manifiesto la gran contradicción que tiene un concurso que trata de equiparar estilos tan diferentes como los aquí mencionados. Antonio Martín había pinchado con Voces Negras, con un tercer premio precisamente con Dioses del Olimpo y por cosas del destino ahora se cambiaban las tornas. Por eso es muy dificil hablar de Concurso y competición.

Para terminar, Barrilete fue una gran agrupación que tampoco fue entendida en su momento.

Saludos y gracias por sus reportajes

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