Carnavidad 2018

por El Pater

La polémica está servida: el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de 2018 comenzará el día 7 de enero, sí, ese día en que nos ponemos por primera vez una de las colonias que nos han regalado en Reyes, el día en que los niños se pueden poner a jugar con los juguetes, etc. Pues bien, este próximo 7 de enero de jugar nada. Niños, que nos vamos a la erizada.
Si es verdad que otros años el concurso ha empezado pronto: 10 de enero en 2005, 13 de enero en 2008 y 2013, 15 de enero en 2010 o 16 de enero en 2016; pero nunca ha venido tan pegado a la navidad, hasta el punto de que la pestiñá (que tradicionalmente se viene celebrando el sábado antes del comienzo del concurso) debería celebrarse el mismo día 6. De ser así, ¿se cantarían villancicos o coplas? ¿actuaría el coro de Julio Pardo o Toma Castaña? A lo mejor hay que llegar a una solución intermedia como este villancico carnavalesco:

(Vídeo subido por Código Carnaval)

Creo que esto ha sido una decisión errónea y me parece que con un fin subyaciente, es decir, no había razón alguna para que comenzara el día 7 y si se ha puesto ese día es porque hay un sector de la ciudad que quiere cambiar a una fecha fija el carnaval de Cádiz. La excusa que dan para comenzar tan pronto es mantener el sistema de este pasado concurso donde actuaban seis o siete grupos por sesión dando lugar a que las funciones fueran más amenas y a que las preliminares se alargaran en el tiempo una semana más. Está claro que esa fórmula fue un acierto, aunque el concurso de hiciera largo, pero la preliminar fue una fase más llevadera, la verdad. El problema es que no siempre se dispone de ese colchón de un mes antes del carnaval en su fecha oficial, como es el caso de 2018. ¿La solución? Me parece bastante sencilla: volver a las sesiones como han llevado muchos años, a nueve por día y solo dos semanas de preliminares, no obstante, cuartos de final y semifinal son nueve por sesión y nadie parece quejarse. Llevar a nueve no debería implicar necesariamente incorporar un descaso, pues entre agrupación y agrupación hay veces que pasan (entre desmontaje de una y montaje de otra) unos veinte o veinticinco minutos, en todo caso más tiempo que el que conllevaría un descanso de 15 minutos. Creo que el hueco entre agrupaciones es más que suficiente para descansar.
Reduciendo a dos las semanas de preliminares llegaríamos a la conclusión de que las preliminares comenzarían el día 14 y no el siete. Además, de esta manera, se podría adelantar a esa semana anterior (por ejemplo: jueves, viernes, sábado y domingo) el concurso de la Cantera que, dicho sea de paso, no sé cuándo lo van a ubicar en el 2018 ¿en diciembre?
Como siempre he pesando, no creo que la solución sea una fecha fija para el carnaval porque lo que estorba es el concurso y no el carnaval. No creo que una fecha fija para el carnaval arregle nada, porque carnaval es en todo el mundo en las mismas fechas y si Cádiz decide cambiarlo ¿por qué tenemos que seguir llamándole carnaval? Además, con el trabajo que está costando y el empeño que muchos colectivos y personas están poniendo en que el carnaval de Cádiz sea reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad ¿cómo explicamos a la Unesco que el Carnaval no se celebra en las fechas de carnaval? El problema es que si se quiere, el concurso podría amoldarse para ocupar menos tiempo en años como este 2018. Ofrezco varias opciones, algunas podrán sonar disparatadas:

  1. Podríamos organizar un concurso en una fecha fija, independientemente del carnaval en la calle (el de verdad). Por ejemplo, que el concurso del Falla empezara el 21 de enero y se alargaran las preliminares hasta el 10 de febrero, del 12 al 17 serían los cuartos, del 19 al 21 las semifinales y el 23 de febrero la final, pero claro, ¿qué pasa después del concurso? porque, si el domingo de carnaval cae el 18 de febrero, todavía no habríamos llegado a las semifinales. Después de la final solo quedaría el carnaval chiquito.
  2. Otra opción sería como se va a hacer, pegarlo a las navidades de tal manera que la agrupación que cante el primer día de preliminares tendrá que quedar para el último ensayo y ultimar la actuación el mismo día 6 ¿cuándo se está con la familia?
  3. Otra opción sería arrancar el concurso el día 14, con lo cual las preliminares se alargarían hasta el día 27 de enero, del 29 de enero al 3 de febrero serían los cuartos, del 5 al 7 de febrero las semifinales y la final el 9, es decir, como se hubiera hecho toda la vida.
  4. Una opción más que se me ocurre sería acotar el número de agrupaciones participantes en el concurso. No estoy hablando de hacer una selección previa, sino de poner un límite de agrupaciones por modalidad. Por ejemplo: solo podrán inscribirse 50 comparsas, 40 chirigotas, 10 coros y 6 cuartetos (los números son al azar). Se reservarían las plazas a las semifinalistas del año anterior y a partir de ahí las primeras hasta completar el cupo. Las inscripciones por correo se sustituyen por una inscripción a través de correo electrónico y, dependiendo de la hora de llegada del correo, se inscribiría o no.

Son cuatro posibles soluciones, creo que se ha llegado a una de las menos lógicas. Me da la sensación de que se ha querido hacer así para volver a debatir otro año más la necesidad de una fecha fija cuando el problema es organizativo. No es lógico tratar de organizar un concurso de la misma manera siendo la final del mismo el día 9 de febrero que el 25 como ha sido este año. Sea como sea, la polémica está servida y el debate en la calle. Todas las opiniones son respetables y probablemente ninguno lleve razón pero, estemos o no de acuerdo en la fecha fija para el carnaval, todos coincidimos en que el hecho de que el día 7 de enero empiece el concurso es una idea un tanto descabellada.

Manuel Jurado
El Pater

related posts

2 comentarios

Antonio 9 julio, 2017 - 20:46

Buenas tardes:

A ver, este es un problema que se veía venir hace tiempo. Por muchas soluciones que queramos buscar tal y como está planteado a día de hoy el COAC es imposible dar una respuesta efectiva.

Sin ánimo de menospreciar a nadie, un concurso debería limitar el número de inscripciones, existen muchas maneras de hacerlo pero para poner un ejemplo, en el Carnaval de Río, salvando las distancias, cualquiera no puede participar y presentarse a concurso en el sambódromo. ¿Los límites? nadie de São Paulo, Brasilia, etc, etc pueda participar en el Carnaval de Río. Que quiero decir con esto. Pues es evidente, que cada región organice su concurso con sus agrupaciones. Aquí el problema está en que hemos globalizado nuestra fiesta, y esto es un desmadre. Yo admiro y respeto la buena voluntad de cada cual que viene y trae con ilusión sus agrupaciones, pero es que no es posible hacer un concurso que dure un mes o dos meses, esto es una auténtica majadería.

Otra alternativa es que se prescinda de preliminares y haya una selección que permita escuchar y valorar las letras y músicas con mucha antelación, haciendo una criba y pasando directamente a cuartos. Claro, tropezamos con la cuestión de los intreses creados. ¿Dinero, Ayuntamineto, Recaudación, Caja? Pues sí, y entonces no hay salida a un problema al cual solo se le ponen tiritas para un corte de siete centimetros.

El COAC debería limitar el número de agrupaciones en base a una calidad mínima y a unos requisitos necesarios a establecer por acuerdo, de otro modo no solo comeremos polvorones con el Vaporcito, sino que pronto nos veremos de la playa al Teatro Falla.

Saludos

Responder
El Pater 10 julio, 2017 - 10:03

Antonio, qué alegría dar leer un comentario como los que siempre dejas tan bien escritos y reflexionados. Se podrá estar o no de acuerdo con lo que dices pero así da gusto. Muchas gracias por seguir nuestro blog y obsequiarnos con tus comentarios.

Responder

Deja un comentario