Me dijo mi niño: “Papá
fin de semana, menos mal
porque es que estoy reventaito,
tengo ganas de descansar
porque no paro para na”
y solo tiene siete añitos.
No para ni un momento
tiene el tiempo controlao
es preso de la agenda,
lo tiene to apuntao.
Tiene por la mañana el colegio,
por la tarde la tarea,
después las extraescolares,
de ahí lo recoge la mare
pa clases particulares
cargado con la mochila de aquí p’allá.
Tiene to la vida programada
no puede improvisar nada
tiene el tiempo libre y justo
pa comer y pa respirar.
Y entre tanto y tanto libro
y clases particulares
yo le pregunto al que sabe
¿y mi niño cuándo juega?
porque se le va la infancia
de las clases pal colegio
y del colegio pa la escuela.
Y ¿Cuándo vive?
¿Cuándo llora?, ¿cuándo ríe?
¿Cuándo coño va a jugar?
¿Cuándo va a llegar chocao?
¿Cuándo se va a enamorar?
¿Cuándo va a tener un amigo
y disfrutar de la amistad?
No puede ser
con tan solo siete añitos
y su infancia en una agenda
con la excusa de que aprenda
y de que no sea diferente.
Qué penita de mi niño
que por buscarse un futuro
se está perdiendo el presente
se está perdiendo el presente.
Iván Romero Castellón
‘Un fallo lo tiene cualquiera’ – 2016
1 comentario
Buenísima letra.
Hace años que vengo observando esto, tanto que ya uno hasta lo considera dentro de la normalidad, pero toda esa presión a la que se someten a los hijos con el objetivo de un futuro mejor lleva a lo contrario: el abandono escolar, la falta de motivación para luego seguir estudiando, y un no saber qué hacer con su tiempo libre. Este drama lleva a muchos niños ya adolescentes o jovenes al suicidio. Por eso, esta letra ejemplar se echaba de menos. Es necesario concienciar que el tiempo debe ser redistribuido de tal manera que la carga social sea compensada con el derecho al descanso y la diversión. Felicidades.