Popurrí – Los muñecos de Cádiz

por Gadi

Aprovecha que es febrero,
rompe la maldición,
date prisa, tienes tiempo
de invertir la situación.
Haz conmigo vudú blanco,
utiliza este muñeco
y conviérteme Tacita en tu amuleto.
Rompe tus maleficios,
límpiame de todo mal
y purifícame Cádiz con tu sal
para que cambie tu sino,
para que cambie tu suerte,
para cambiar tu destino
y no de penita de verte.
Y en un ritual,
cuando esté amaneciendo,
coge un rayo de sol,
unas gotas del mar,
un puñao de arena
y la brisa del viento
y luego conságrame
con tus cuatro elementios
para hacer el conjuro
contra tu sufrimiento.
Haz conmigo vudú blanco,
utiliza este muñeco
y conviérteme Tacita en tu amuleto.

Tú me has puesto a tu servicio
y a tu servicio yo pongo el vudú.
Puedo traerte beneficios,
puedo ayudarte a cuidar tu salud,
porque estando como estás tan viejecita,
no te dan esos cuidaos que necesitas
y no le ponen remedio a tu grave enfermedad.
Tienes que cuidarte, ya lo sabes, que a tus años
empiezan los problemas de circulación.
Maldita obra de un puente
que no llega, que ahora empieza,
que se para, que ahora sigue, que ahora no.
Que entre más faena en tu astillero y que consigan
sus obreros que de nuevo sea un pulmón.
Que el trabajo en la bahía
traiga nuevas factorías
que consigan reavivar tu corazón.
Y no pienses que el turismo traerá
las solución, el porvenir y el progreso,
que el turismo igual que viene se va
y tú te queas en los huesos,
tacita mía.
De enhorabuena estará tu salud ese día
en que se haga realidad
cuando las obras se acaben
y curemos nuestros males
en ese nuevo hospital.

Y si tú quieres conmigo
puedes hacer un amarre de amor,
pero te advierto mi amigo
que los amores son cosa de dos.
Yo te ayudo con el vudú
pero la magia la pones tú.
Y el día que des por fin
con tu compañera
no te apures que te darías
cuenta enseguía.
Sentirás que te sobra el mundo
si estás con ella
y si ella no está
te faltará la vida.
Recuérdale que la quieres cada mañana,
que nunca se apague el fuego de la pasión.
Trátala con dulzura, ternura y amor
y no le claves alfileres en el corazón.
Y nunca te canses de decirle bonita,
estate siempre pendiente
de lo que ella necesita.
Y en momentos amargos, besitos de miel,
que se sienta un amante y una señora,
una hembra y una mujer
aunque pa los amores
hagas conmigo vudú,
recuerda que la magia la pones tú.

Visita y ponme en tus manos, compañero,
haz conmigo brujería para que atraiga el dinero
y si ahora está la cosa mu cortita
ten presente que es más rico
el que menos necesita.
Si cayera en tus manos, compañero,
entrégame a los pensionistas
y méteme en sus monederos
para que pueda decirle a Zapatero:
las pensiones las congelas
y te las metes por los huevos.
Embrújame una vez y otra vez
y después por favor déjame
en la casa de tantísimos obreros
que aunque les falte el trabajo
nunca les falta un puchero.
Cógeme una noche fría,
haz conmigo brujería
y métete por callejuelas y rincones
y déjame al laíto
del que duerme entre cartones
pa que cuando despierte
lo haga en un colchón
que esté relleno de millones.
Embrújame, embrújame
y déjame en la puerta
de los grandes banqueros,
de esos que han traío
la ruina al mundo entero
y haré que en sus manos
les queme el dinero,
 el hijo puta dinero.

Antes de que la cera
consuma la vela
y apague su luz
espero haberte colmado de amor,
dinero y salud.
Hasta aquí,
se me acaba el tiempo
y el hechizo que me une a ti.
Ojalá mi copla
sea bandera de una rebelión,
ojalá febrero traiga la revolución
y vea con mis botones
un pueblo que se levanta
contra los gobernantes
luchando con sus gargantas
y que cuando guardemos
el pito y el plumero
tengamos los cojones
para luchar todo el año entero
y escuchen por mis costuras
como se oye la voz de un pueblo,
hartos de que lo engañen
y que lo traten como a muñecos,
salgamos a la calle,
que escuchen nuestros problemas,
que parece muchas veces
que no tenemos sangre en las venas.
Quítale alfileres
a tantos paraos,
quítale alfileres
a los jubilaos,
a esa pobre madre
que el hijo se droga,
quítale alfileres
pa que en su lucha
nunca esté sola.
Quítale alfileres
a los inmigrantes
que arriesgan su vida
huyendo del hambre,
a tantas personas
discapacitadas,
quítale alfileres por Dios
a todas las maltratadas.
Decide si seguir como un muñeco
o gritar basta ya.
Hágase tu voluntad,
hágase tu voluntad,
hágase tu voluntad.

* * *
David Márquez Mateos y Francisco Javier Márquez Mateos
Los muñecos de Cádiz, 2011

Letra, con modificaciones, de Yo amo el carnaval de Cai

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