"Relexiones carnavaleras"

por El Marqués

Despúes del comunicado dado por Jose Guerrero Roldan “Yuyu” al dar a conocer que no concursará el año que viene y tras sus declaraciones vuelve a hacer público otro comunicado:

“Observo que mi decisión de no presentarme al Concurso del 2011 está levantando multitud de comentarios. Unos me comprenden y otros me ponen a parir. La verdad es que la opinión de los segundos me la trae al fresco, porque me quedo con mi gente. Pero aprovechando que ahora no tengo que comerme el coco en hacer una música y varias letras para el año que viene,me gustaría reflexionar un poco en voz alta sobre algunos comentarios del mundillo del Carnaval.

Entre las críticas que se nos suelen hacer a los carnavaleros hay una que me hace bastante gracia, en el momento, lógicamente, en que me repongo de la estupidez que acabo de oir. Es el famoso comentario de “¿Como se permite fulano rajar del Carnaval, con lo que el Carnaval le ha dado?”. A ver, vayamos por partes, porque este comentario merece no solo ya un humilde post, sino toda una tesis doctoral.

Salvando las distancias (líbreme Dios de compararme con los genios que voy a citar) es como si Mozart se hubiera quejado de lo poco que le pagaban o de las envidias que suscitaba en el mundo en el que se movía y cualquier carajote la época hubiera dicho: “Con lo que la música le ha dado a Mozart y va y la critica”. Si Miguel Ángel se hubiera quejado del precio del mármol o de su calidad, o de las condiciones de trabajo que tenía y hubiera estallado públicamente (como lo hizo ante el Papa Julio II) sería de arte total que un florentino acaudalado hubiese dicho “Con lo que la escultura le ha dado al Sr. Buonarrotti y la que está formando el artistilla ese”. Pues sí señor dos absolutas barbaridades. ¿O no?

Dicho esto, recalco de nuevo que no pretendo autodenominarme “genio” del carnaval ni compararme a estos dos dioses que reverencio. Evidentemente si Mozart no se hubiera dedicado a la música habría terminado sus días como sirviente o lacayo de algún señorito. Y habiéndose dedicado a ella y siendo un genio murió en la pobreza. Si Michellangelo Buonarrotti no se hubiese dedicado a la pintura y a la escultura habría sido tabernero o ratero. Pero hay un matiz común en estos dos casos: El Mozart no le debe absolutamente nada a la Música ni Miguel Ángel le debe nada a la Escultura y a la Pintura. En cambio, Música, Pintura y Arte le deben la mitad de su fama a estos dos genios. Sus profesiones solo fueron una vía para expresar el enorme talento que llevaban dentro. Punto.

En el Carnaval sucede lo mismo. Los que hemos adquirido cierta fama en esto del carnaval (me río yo de esa fama a lo Brad Pitt) parece que tenemos una deuda eterna con el Carnaval. Y yo, tengo la sensación de no deberle absolutamente nada al Carnaval. Otra cosa es que le tenga un enorme agradecimiento a esta fiesta que me ha posibilitado despuntar con mis mejores, o peores habilidades, habilidades. A mí el Carnaval no me ha “regalado” absolutamente nada: ni fama, ni trabajo, ni coche, ni dinero. Repito, para los más torpes, hablo de “regalar”, de “dar por la cara”, de que “el Dios Momo te bendiga y te colme de regalos”. No. Absolutamente todo lo que tengo me lo he ganado yo, vía Carnaval… desde luego (o no, como dirían los del Selu), pero me lo he ganado yo.

Cuando hablo de yo hablo de todos los carnavaleros de calidad, sin excepciones. El Carnaval no hizo grande a Paco Alba. Paco Alba era grande y engrandeció al Carnaval. Lo mismo sucede con Antonio Martín, con Martínez Ares, con El Selu, con Enrique Villegas, con Quiñones.

A mí el carnaval me ha regalado un puesto en Canal Sur. Si, sí, lo mismo que me ha regalado tener 112 mil oyentes diarios por mi cara bonita. Claro. Esos son los regalos que te da el carnaval. El Yuyu, cual Dalai Lama, fue bendecido al nacer y todo le llega sin esfuerzos. ¡¡Ole el arte!!.

En fin, que le tendré siempre gratitud eterna al Carnaval de Cádiz, pero sentimiento de que le debo algo… absolutamente nada. Salvador Dalí (otro de mis admirados genios) recibía tal presión de su padre sobre lo que le debía a él como progenitor por haberlo traído al mundo, que harto de esas críticas procedió a entregar a su padre un tarro con su propio semen y una nota que decía “Ya no te debo nada”. Brutal. Yo no voy a cometer tal tropelía onanista ni con el Falla ni con mi Cádiz, pero tengo la misma sensación del pintor de Cadaqués tras entregar el tarrito a su viejo. No le debo nada a nadie. Lo que tengo, me lo he ganado yo con dos cojones, y estoy bastante, pero que bastante satisfecho.”

Fuente: El blog del Yuyu

He dicho.

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